• Distintas reparticiones públicas han comprometido su colaboración con el proyecto de construcción de infraestructura óptica de alta capacidad para la Patagonia, en cada una de sus etapas y zonas de cobertura.

Santiago, 28 de julio de 2017.- A pocos días de que se cumpla el plazo de recepción de ofertas para el concurso de licitación del Proyecto de Fibra Óptica Austral (el tramo submarino), la Subsecretaría de Telecomunicaciones selló importantes compromisos con los distintos estamentos de Gobierno para colaborar en la etapa de construcción de la infraestructura óptica.

Se trata de los Permisos Sectoriales vinculados al proyecto FOA, y que dicen relación con el rol que jugarán distintas reparticiones públicas para supervisar el cumplimiento de la normativa cuando se inicie el despliegue de la infraestructura de telecomunicaciones, en cada una de sus etapas y zonas de cobertura.

Ministerios, servicios públicos, municipalidades, entre otros organismos, se cuentan entre los estamentos con los cuales Subtel desarrolló un proceso de consultas e intercambio de información sobre los aspectos medulares de la iniciativa de conectividad digital que impulsa el Gobierno de Chile, ya sea para coordinar o para efectos de agilizar las autorizaciones respectivas, según sea el caso.

“Contar con la colaboración de los distintos estamentos gubernamentales da cuenta de la seriedad de los mecanismos elegidos por Subtel para disipar aspectos procedimentales, previo al concurso de licitación, y da mayores certezas y garantías de un proceso responsable y coherente con los requerimientos de las regiones que se verán beneficiadas, a los interesados en participar de la licitación”, comenta Marcelo Flores, jefe de la División Fondo Desarrollo de las Telecomunicaciones.

La conectividad, clave para la Patagonia

El proyecto “Fibra Óptica Austral” contempla el despliegue de infraestructura física para telecomunicaciones, a través de una Troncal Submarina entre Puerto Montt y Puerto Williams, con derivaciones en Caleta Tortel y Punta Arenas, y tres Troncales Terrestres entre distintas localidades de las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes.

En medio de este proceso, las autoridades regionales de Aysén diseñaron un plan de iniciativas de desarrollo con impacto económico, social, cultural y educacional, cuya concreción está directamente asociada a la implementación del proyecto de Fibra Óptica Austral (FOA) que lidera Subtel.

Entre las propuestas de mayor relevancia destacan iniciativas en materia de telemedicina, red de salud, educación, desarrollo turístico y modernización de servicios, cuyo realce y puesta en valor se verá reforzado sobre la base de un proyecto como el de Fibra Óptica Austral que, técnicamente apunta a generar respaldos y redundancia digital que blinden a la región de Aysén ante eventuales cortes de fibra, lo que permitiría garantizar la prestación de servicios de alto estándar.

“El crecimiento de la red de salud en la región generará una mayor demanda de infraestructura de telecomunicaciones. Desarrollar aplicaciones que permitan a los usuarios, por ejemplo, gestionar sus horas de atención, chequeo en línea de controles médicos programados o aviso oportuno a pacientes de sectores aislados de cancelación de horas, son parte de ese mundo de posibilidades para el sector salud”, explica la Seremi de Transportes y Telecomunicaciones, Alejandra Aguilar.

El alto atractivo turístico de una región como la de Aysén es otro de los valores agregados que el proyecto de Fibra Óptica Austral vendrá a fomentar. Más aún si se tiene presente el alto flujo de visitantes cada año –no solo en período estival- y la fuerte presencia de la industria del sector en la zona.

“La región de Aysén debe constituirse en un espacio turístico innovador, al existir una infraestructura tecnológica de vanguardia, con el fin de incrementar la calidad de las experiencias turísticas”, afirma el director regional de CORFO, Claudio Montecinos.

Un proceso similar se ha desarrollado en Magallanes, donde el Gobierno Regional ha empujado una serie de proyectos –algunos ya en curso- de investigación antártica, potenciamiento de centros de salud,  estudios agropecuarios, educación, entre otros, con la aspiración de darles un mayor valor agregado con la llegada del cable óptico.