Discurso Ministro de Transportes y Telecomunicaciones Cena Anual de las Telecomunicaciones 2013 “Cuando llegamos al Gobierno el 2010, Chile se había estancado en telecomunicaciones. Fuimos líderes durante los años 90, pero a fines de la década pasada nuestro país se fue quedando atrás, muy lejos de los países desarrollados y superados incluso por varios países de Latinoamérica. Nuestro compromiso fue recuperar el liderazgo de Chile en telecomunicaciones y llevar los beneficios del desarrollo tecnológico a las personas, empoderando a la vez a los consumidores para dinamizar el mercado. Después de tres años vemos que el avance de nuestro país en inclusión y desarrollo digital ha sido histórico en crecimiento y expansión. No solo es destacable el status que tenemos hoy -muy bien retratado en el video inaugural- más impresionante es el salto que dimos en tan corto tiempo para lograrlo. Éxito que es resultado de políticas públicas bien aplicadas en un esfuerzo conjunto del sector público y privado. El año 2009 teníamos solo 200 mil usuarios de banda ancha móvil. El 2012 llegamos a 5 millones. Pasamos de 15 millones de usuarios de celulares a 24 millones, superando la penetración de muchos países desarrollados de la OCDE, pasando de un 25% a un 66%. Si el 2009 solo 1 de cada 4 hogares se conectaba a Internet, hoy 2 de cada 3 hogares tiene Internet en su casa. Si el 2009 el 70% del territorio poblado del país tenía cobertura de servicios de telecomunicaciones. Hoy es más del 92%. Si lo medimos a nivel de personas, durante este gobierno triplicamos la penetración per cápita a Internet, pasando de 13% el 2009 a 41% el 2012. A nivel de uso, el año 2009 cerca de 7 millones de chilenos usaban Internet. Hoy 12 millones usan Internet de forma cotidiana, 5 millones de chilenos más que hace 3 años, lo que es una gran noticia. Para nosotros el pasado no es más que el punto de partida de nuestra gestión y este recuento de cifras busca medirnos con los países más desarrollados, lo que debe ser una política de Estado en este sector. Ese es el enfoque: evaluar con indicadores objetivos si estamos cumpliendo lo que prometimos el día que asumimos el Gobierno. Y el balance es positivo. En esta misma línea, la mirada externa siempre es importante. El impacto social de la obra del gobierno actual en telecomunicaciones, ha sido reconocida por actores políticos, sociales, académicos y económicos de todos los sectores; ha sido destacada y valorada por organismos internacionales como la OCDE, la CEPAL, el BID, la Unión Europea y el Foro Económico Mundial, que en su reciente informe 2013 muestra como Chile avanzó al lugar 34 en el ranking mundial de tecnologías de la información y comunicación, superando a 10 países de la OCDE y volviendo a ser los primeros de Latinoamérica. Este gran avance del país ha tenido detrás un gran esfuerzo de inversión privada. Si en los últimos 10 años la industria de las telecomunicaciones invirtió en total 15 mil millones de dólares, casi la mitad de toda esa inversión -el 45%- se ha logrado en estos tres años. Esta confianza de los inversionistas nacionales y extranjeros, es la mejor señal del éxito de las políticas públicas que hemos llevado adelante para avanzar en el desarrollo digital del país, avanzar en competencia y transparencia del mercado. Sabemos que este período de transformaciones y modernización regulatoria no fue fácil de asimilar. Nosotros decidimos desde el primer día caminar al ritmo del cambio tecnológico y al ritmo de las necesidades de los usuarios, que clamaban por más transparencia y competencia en el mercado. El Congreso Nacional entendió lo mismo y nos apoyó aprobando 9 leyes en 3 años y esperamos que esa misma voluntad política se exprese ahora con las deudas pendientes que tenemos con el país, especialmente con las leyes de TV Digital y Superintendencia, las únicas dos materias donde no somos líderes, más bien vamos a la cola del continente. Estamos situando a Chile al día, pensar primero en los consumidores, ya que creemos firmemente en el libre mercado y en un Estado subsidiario, pero con competencia y transparencia en su actuar, con reglas estables para la inversión privada. Este modelo de plena competencia es la mejor regla de estabilidad en el largo plazo. Afortunadamente para todos, las empresas no dejaron de tener buenos resultados económicos. Así lo demuestran las inversiones, sus balances y márgenes de Ebitda. Y los usuarios recibieron lo que demandaban: más transparencia, más competencia, el fin de los amarres. La portabilidad numérica, el desbloqueo de equipos, la eliminación de las cláusulas abusivas en los contratos, la regulación de los cobros indebidos, la neutralidad de red, la ley de torres, han permitido corregir muchas de las causas que originaban descontento en la ciudadanía. La modernización de la institucionalidad con la creación de la Superintendencia de Telecomunicaciones, será el paso final para tener un mercado más justo, transparente y competitivo con reglas claras para el largo plazo. Tarea pendiente para las empresas sigue siendo asumir que esta Industria tiene niveles de satisfacción y percepción de calidad que son muy bajos entre los usuarios y que, a nuestro juicio, no reflejan el real aporte que esta Industria hace a diario por la calidad de vida de los chilenos. Se requiere un esfuerzo adicional para recuperar la confianza de los consumidores. Así como en el Gobierno pusimos a los usuarios en primer lugar, lo propio esperamos de las empresas, perfeccionando -más allá de las obligaciones legales- su atención comercial, la resolución de reclamos, la coherencia entre lo que se promete como calidad de servicio y lo que se entrega. Lo que debemos entender hoy día, es que el desarrollo de los servicios y las exigencias de calidad ya no son determinadas por las empresas, sino por los usuarios. Ellos marcan ahora los tiempos y la demanda. Eso debe ser internalizado por las empresas y sus directivos. También es un desafío para el Estado perfeccionar su rol subsidiario. Porque no creemos en el Estado empresario que compite con las empresas, pero si creemos en el deber del Estado de hacer todo lo posible por asegurar el bienestar social, convocando a las empresas a un esfuerzo público-privado que nos permita cerrar finalmente la brecha digital y generar condiciones para el desarrollo digital, que es mucho más que solo conectar Internet. Más de 34 mil millones de pesos en recursos públicos nacionales y regionales, invertimos en los últimos 36 meses como subsidio para que las empresas fueran a invertir y conectar a las regiones extremas, a localidades rurales, a sectores urbanos de menores ingresos, en fin, a todas las zonas donde el mercado por si solo no era capaz de dar solución a las necesidades de comunicación y conectividad de los chilenos. Un ejemplo es la educación. Aquí hemos desplegado el mayor esfuerzo del gobierno y las empresas. Pasamos de 4500 escuelas municipales y particulares subvencionadas conectadas a Internet el año 2009, sin normas de calidad y con un bajo apoyo financiero estatal a los sostenedores, a 11 mil establecimientos conectados a Internet de calidad, financiado en un 100% por el Gobierno central, abarcando el 95% de la matrícula escolar a nivel nacional, alcanzando así el promedio de la OCDE por alumno. El costo anual de este programa conjunto entre SUBTEL y el Ministerio de Educación, alcanza más de 10 millones de dólares anuales en recursos del Estado solo en conectividad a Internet. Nuestra tarea no concluye acá. En lo que resta de nuestro Gobierno vamos a licitar proyectos de conectividad por 38 mil millones de pesos adicionales en subsidios públicos, con financiamientos compartidos a nivel nacional y regional, para seguir conectando a los chilenos a las nuevas tecnologías, cerrando la brecha digital y abriendo el mundo de oportunidades que trae la revolución digital. El uso del espectro radioeléctrico, bien escaso y público, debe ser bien aprovechado para solucionar las necesidades del país. Así como es prioritario concursar este año la banda de 700MHz para seguir favoreciendo la inversión y la innovación tecnológica, también es indispensable que el Estado asegure en esta asignación las condiciones para cerrar la brecha digital y garantizar servicio a las zonas que -aún con subsidios públicos de por medio- no han podido recibir del mercado soluciones de conectividad. Nos importa cerrar la brecha digital porque el desafío de Chile no se agota en la conectividad. El desafío de Chile es el desarrollo digital. Mañana el Presidente Sebastián Piñera cumplirá con otra de las promesas de su mandato. Dejar como legado una hoja de ruta, una visión del camino que debemos transitar como país para integrarnos a la Sociedad de la Información en plenitud. La agenda digital 2013-2020 que presentaremos mañana junto al Presidente, no es un proyecto ni una promesa de campaña, es el resultado de un trabajo público y privado en torno a las necesidades de Chile para derrotar la pobreza gracias al uso productivo, educativo, científico, social y cultural de las nuevas tecnologías. Cada gobierno en su tiempo histórico debe asumir su responsabilidad con el país. En nuestro período asumimos la responsabilidad de modernizar las telecomunicaciones. Hoy damos la cara ante los chilenos y podemos mostrar sin populismo que estamos cumpliendo con lo prometido. Una vez más declaramos nuestro convencimiento de que las tecnologías no son fines en si mismos, son herramientas para alcanzar el desarrollo. Gracias a todo lo que hemos avanzado en telecomunicaciones durante este Gobierno, avance que es fruto de todos los presentes en esta cena y de muchos actores más, es que podemos decir que ya es tiempo de usar esas herramientas tecnológicas de forma creativa e innovadora, para asegurar a cada chileno una vida mejor”. Galería de imágenes: Santiago, 17 de mayo de 2013.- Síguenos en twitter. |
SUBTEL conmemora día Mundial de las Telecomunicaciones con cena anual de la industria