Así lo asegura el Dr. Marcelo Leppe, director nacional del Instituto Antártico Chileno, tras la visita a la base “Profesor Julio Escudero” realizada junto al ex Subsecretario de Telecomunicaciones, Rodrigo Ramírez Pino. “Debemos proyectarla, al menos al año 2025, cuando llegue a las tres décadas. Por ello, una de mis preocupaciones es establecer y cumplir un plan de modernización de la base, para que esté a la altura de lo que es: la cara más visible de la ciencia chilena en la Antártica”. Leppe afirma que el desafío futuro es transversal a muchos aspectos, entre los cuales tener buenas plataformas científicas y tecnológicas en la Antártica que sean sustentables en el tiempo implica una gran responsabilidad ante los 101 proyectos de distintos países que se desarrollan hoy. “La base puede acoger a más de 50 investigadores y cuenta con equipos y laboratorios que apoyan las seis líneas de investigación del Programa Nacional de Ciencia Antártica”. Y para responder a esas necesidades, contar con una buena conectividad es clave. “Es justamente ese tema le plantee a la autoridad, pues dentro del plan de modernización que estamos desarrollando la hemos definido como un hito, porque una de las más grande limitantes es el tema de la conectividad, satelital y de flujo de datos de alta velocidad”. “Es tan crucial como que el año pasado se registraron las más altas temperaturas en la Antártica, en la base argentina Esperanza, al norte de la península, sobre 15 grados celsius. Cuatro días más tarde ocurre otro evento (en escala centurial, una cada 100 años) con los aluviones en el norte del país, por lo que existe una relación entre ambos fenómenos. Sin embargo, hoy día, como científicos, no podemos asegurarlo fehacientemente porque nos faltan las conexiones en tiempo real”, asegura el director del INACH. “Las mediciones en tiempo real son fundamentales para predecir, anticipar y diagnosticar adecuadamente este tipo de fenómenos, y el desafío de mejorar la conectividad está planteado”, indica finalmente Marcelo Leppe. |
Director de INACH: “La buena conectividad es crucial para la ciencia que se desarrolla en la Antártica”